miércoles, 1 de julio de 2009

.


Las líneas se desdibujan mientras yo
te
miro,
se confunden nuestros trazos sujetos entre pinzas de acuarela,
que desaparecen despacio mientras yo te desnudo,
primero la ropa,
luego la piel,
y entonces el alma.

Y qué más da si hemos decidido vivir así,
como parásitos,
aliméntandonos el uno del otro,
hasta que ya no quede nada,

y solos tú y yo,
qué más da si el resto ha decidido vagar por las penumbras de
la búsqueda de algo que está
entre estas cuatro paredes:
ojos,boca,manos,piel.

y solos tú y yo,
devorados por este mundo oscuro y gris,
pero, ¡qué bien hueles!.


miércoles, 3 de junio de 2009

Más deprisa másdeprisa.

Cuando tienes la sensación, esa sensación de viajar en un vagón de tren color verde sobre vías de madera carcomida, tienes la sensación de ir mirando por la ventana para coger sólo un poquito del paisaje y entonces te das cuenta de que no puedes porque el tren va demasiado rápido y tus ojos muy despacio. Parpadeas pero nada, cada vez más deprisa, un parpadeo más y ya todo ha pasado.

Vienen a por nosotras. A por todos nosotros. Vienen con sus huesos y sus recovecos de arena, con las cuencas de sus ojos vacías porque el tren va muy deprisa y cuando quieres ver el paisaje y te das cuenta de que no puedes, entonces miras hacia el suelo y ya está, se acabó, has renunciado a mirar por la ventana y ahora tienes que inventártela. Vienen con sus voces que retumban y quieren que dejemos de mirar de buscar de encontrar de gritar de arañar de arder de saber de querer de ir de venir de sentir, pero no
no.

dulce sonido el de los cristales, haciéndose añicos, chocando contra el suelo, chocando contra todo, kilos y kilos de cristales rotos. rompe el tuyo y vente conmigo,

sábado, 3 de enero de 2009

Me miras y preguntas qué más nos queda

sueños, la risa, la prisa, arañarnos la piel, viajar al centro del alma,
naranjos,
el aire entre los dientes,
escapando entre los huesos
blancos como el fondo
de los ojos
cuando mienten. Como cuando juegas a esconderte. ¿Y si sólo nos quedase esta noche? ¿Eh? ¿Entonces, qué?

Tengo el revólver cargado.
Dispararé cuando tus ojos me lo pidan, ¿de acuerdo?
Vamos a recuperar lo que nos han robado.


No me mires así, ya me conoces,
no puedo evitarlo.
Aún escribo poemas en el tejado.