lunes, 27 de octubre de 2008

Andaba siempre con los pies fríos, andaba de aquí para allá dando pasos con esos cubitos de hielo que apenas la dejaban dormir ni andar ni pensar ni llorar, y te juro que esos pies tenían que estar a unos cuantos grados bajo cero, y daba igual los calcetines que calzase, andaba siempre de aquí para allá con los pies y el corazón tan frío que cuando parecía estar caliente le sorprendían los pies con una nueva helada hasta el corazón que tiritaba y ella también, arropadita sin dejar de llorar porque nunca legaba el calor, bueno, sí, cuando ya no lo necesitaba, cuando ya se había quedado dormida y las mantas y tiritas le sobraban porque ya qué más daba, si dormía (pero no soñaba).

martes, 2 de septiembre de 2008

tendria que estar estudiando la dialectica sofista y el metodo socratico pero de repente mi mente pasa a ser un bloque en blanco y negro que se abre tangencialmente en dos y estas dos partes pasan a ser otras dos que se vuelven a partir cada una a la mitad y asi sucesivamente hasta que ya nada tiene sentido y solo se oye el caer de cientos de gotas y eso que aun no ha empezado a llover de verdad, ni siquiera hay nubes en el cielo que quieran armar el puzzle que he roto al despertar y me sorprendo a mi misma imaginándome contigo sentados en mitad de cualquier parque o simplemente frente a frente en sillas mirándonos o compartiendo los escalones de una misma escalera o murmurando esas frases que se han convertido en vocablos tan nuestros o regalándonos sonrisas o a ti abrazandome por la espalda o haciendome cosquillas o diciendo que todo saldra bien o encontrandonos entre tanta gente que tiene tanta prisa y parar el tiempo en un segundo y es que ya estamos en octubre y apenas me había dado cuenta y en mi habitacion se escuchan mis ganas y a silvio rodriguez diciendo que ojalá.
¿Y eso era todo?

lunes, 12 de mayo de 2008

Perdimos el fuego


pero aún saltan chispas
Se me salen hoy los pensamientos por los poros poco a poco, se escucha un crujido seco que rompe violentamente el silencio y esta distancia, o la distancia de este silencio. Sangra a borbotones la nada, como si estuviera muriendo desde siempre. Y siempre, siempre este vivir necesitando, déjalo. Intentaba hablar de memorias selectivas, de miradas, admirar, una película, tus ojitos preciosos, nuestro aliento enroscándose en mis tobillos.Y bien, tengo que decirlo, me equivoco, me equivoco muy amenudo, pero quiero enseñarte que se puede vivir mas rápido si se corta la luz, que a veces nos condiciona.

Somos animalitos,
puro instinto demasiadas veces.

Asique por favor, intentemos de un puta vez no entenderlo todo, en serio, no hace falta.Es todo tan rápido, joder, tan frío. Aquí tiene su cambio, ochenta por favor, siéntese señorita, disculpe, el siguiente por favor, ponme un café con leche. Intentamos decir lo menos posible mientras colgamos el alma en el perchero como si así pudiésemos salvar todas las distancias. Necesitamos detenernos, ya entendí algunas cosas.Nada es ya del todo nuestrx. El tiempo puede reinventarnos, el viento dibujarnos.

Subirnos a la vereda y tropezarnos.

Mi maldicion y mi final feliz, ser victima y verdugo, y siempre en silencio. Enviando ayuda y sonrisas que nunca vuelven, tristeza a destiempo, fabrica abandonada de excusas, de excesos, exhaustiva búsqueda de lo invisible, eterno derrumbe de dedos que señalan lo terriblemente real, la terrible mente real, esta inquebrantable mala postura, monotonía estéril de ruidos y silencios.Los sueños son siempre mucho mejores, tú y yo nacimos para arder.

domingo, 9 de marzo de 2008

sístole

Tengo la impresión de que alguien simplemente me ha dejado vagar por las calles, por un mundo artificial con un cuerpo que no sé ni manejar. Ya van a hacer dieciocho años tratando de aprender a respirar y y y no sé; y esto de hoy querer ser un ovillo de piel y sangre, este sentir las cosas sobrepasandome, necesitar que alguien gire por mí.

Necesitar que si hay alguien cerca de mí que me recuerde de cuando en cuando quién coño soy yo, porque vivir está consiguiendo que lo olvide. Asique tengo que aferrarme a algo o a alguien porque si no la vida va a matarme, y siento que todavía tengo muchos gritos adentro.

Y si sigo así todos los días voy a tener que inventarme, porque entre las sábanas me encuentro con nadie más que yo y la que se busca.


V é r t i g o
Que lo que llevo dentro del pecho no termina en ene ese o vocal. Que las vocales de mis sueños son fuertes pero cerradas, porque me persiguen las contradicciones en oración pasiva. Adiviné y acerté algunos tiempos verbales, pero sólo los que no ocurren por la noche, cuando el hueco de mi cama se hace diptongo sin querer. Que me condeno a mi misma a vivir en pretérito perfecto simple olvidando lo imperfecto, escribiendo monotonía con hache intercalada. Tropezando al sentir que he olvidado conjugar casualidades. No quiero pensar que llego tarde para servirte platos de palabras, y las baldosas gritan que se ha pasado la hora de la cena y ya no hay café de desayuno. Es el castigo por no saber hablar en primera persona y esconderse de los espejos.
Y me arropo hasta la sien con una manta de lana antónima al mes de Julio pero sintácticamente tejida en Abril. En la oscuridad me escondo imaginando que soy un gerundio.
Que es que no quiero llevar tilde como cualquier esdrújula.

sábado, 8 de marzo de 2008

Todo esto que voy a soltar a continuación no tiene nada que ver con abstracciones, cielos imposibles, sueños o fragmentos a mi opinión estremecedores de algún libro, ni poemas ni metafísica ni metáforas. No es nada más que una exoneración más. Una de tantas, desordenadas, como siempre. Y por nada en especial, hoy es un día más. No ha cambiado nada en absoluto desde que me he levantado esta mañana hasta este preciso instante. Vuestros rostros son los mismos. Vuestras manos, pies, piernas, ombligos, cuerpos, son los mismos. Las frases hechas y palabras recientes huelen a antigüedad. Las ideas, a cadáver. Y esto sigue siendo la misma rabia de ayer, la misma cabeza inclinada ante los mismos ratones de siempre. Los mismos cerebros llenos de mierda que crean muertos persistentes que pudren mi aire. Las mismas ganas de un grito universal desde la boca del estómago, que provoque una arcada capaz de teñir todo de rojo, como era la sangre antes de convertirse en agua.

sobrevivir

Si todos somos pájaros de alas cortadas en jaulas de oro, consumiendo el vuelo entre las garras de un mañana, de una promesa que no llega. Si ya no. "Volarvolarvolar", decían. Y yo les miraba sorprendida desde mi rinconcito, picando las rejas de oro. Y hay que recuperar las alas, que me las devuelvan. Ya no se vuela con promesas de mañana, solo existe hoy. Prometido.

martes, 4 de marzo de 2008