domingo, 9 de marzo de 2008

sístole

Tengo la impresión de que alguien simplemente me ha dejado vagar por las calles, por un mundo artificial con un cuerpo que no sé ni manejar. Ya van a hacer dieciocho años tratando de aprender a respirar y y y no sé; y esto de hoy querer ser un ovillo de piel y sangre, este sentir las cosas sobrepasandome, necesitar que alguien gire por mí.

Necesitar que si hay alguien cerca de mí que me recuerde de cuando en cuando quién coño soy yo, porque vivir está consiguiendo que lo olvide. Asique tengo que aferrarme a algo o a alguien porque si no la vida va a matarme, y siento que todavía tengo muchos gritos adentro.

Y si sigo así todos los días voy a tener que inventarme, porque entre las sábanas me encuentro con nadie más que yo y la que se busca.


V é r t i g o
Que lo que llevo dentro del pecho no termina en ene ese o vocal. Que las vocales de mis sueños son fuertes pero cerradas, porque me persiguen las contradicciones en oración pasiva. Adiviné y acerté algunos tiempos verbales, pero sólo los que no ocurren por la noche, cuando el hueco de mi cama se hace diptongo sin querer. Que me condeno a mi misma a vivir en pretérito perfecto simple olvidando lo imperfecto, escribiendo monotonía con hache intercalada. Tropezando al sentir que he olvidado conjugar casualidades. No quiero pensar que llego tarde para servirte platos de palabras, y las baldosas gritan que se ha pasado la hora de la cena y ya no hay café de desayuno. Es el castigo por no saber hablar en primera persona y esconderse de los espejos.
Y me arropo hasta la sien con una manta de lana antónima al mes de Julio pero sintácticamente tejida en Abril. En la oscuridad me escondo imaginando que soy un gerundio.
Que es que no quiero llevar tilde como cualquier esdrújula.

sábado, 8 de marzo de 2008

Todo esto que voy a soltar a continuación no tiene nada que ver con abstracciones, cielos imposibles, sueños o fragmentos a mi opinión estremecedores de algún libro, ni poemas ni metafísica ni metáforas. No es nada más que una exoneración más. Una de tantas, desordenadas, como siempre. Y por nada en especial, hoy es un día más. No ha cambiado nada en absoluto desde que me he levantado esta mañana hasta este preciso instante. Vuestros rostros son los mismos. Vuestras manos, pies, piernas, ombligos, cuerpos, son los mismos. Las frases hechas y palabras recientes huelen a antigüedad. Las ideas, a cadáver. Y esto sigue siendo la misma rabia de ayer, la misma cabeza inclinada ante los mismos ratones de siempre. Los mismos cerebros llenos de mierda que crean muertos persistentes que pudren mi aire. Las mismas ganas de un grito universal desde la boca del estómago, que provoque una arcada capaz de teñir todo de rojo, como era la sangre antes de convertirse en agua.

sobrevivir

Si todos somos pájaros de alas cortadas en jaulas de oro, consumiendo el vuelo entre las garras de un mañana, de una promesa que no llega. Si ya no. "Volarvolarvolar", decían. Y yo les miraba sorprendida desde mi rinconcito, picando las rejas de oro. Y hay que recuperar las alas, que me las devuelvan. Ya no se vuela con promesas de mañana, solo existe hoy. Prometido.

martes, 4 de marzo de 2008